Tuesday, December 25, 2007

¡Feliz Navidad!

En estas fechas tan entrañables, la dirección del Corral de Piedra desea enviar un emotivo mensaje de paz, amor y felicidad a todos sus habituales lectores. Nos place contar con vosotros, y no escatimaremos esfuerzos en seguir creciendo para llevar a vuestras pantallas lo mejor y más variado de cuantos fenómenos freaks, anécdotas dignas de ser contadas y paranoias mentales wildwoodianas merezcan un lugar en este, vuestro blog.
El año que poco a poco expira nos ha colocado por encima de las 1.100 visitas, y eso desde principios de septiembre tan sólo. Sin vuestra ayuda tal dato habría sido imposible, y creedme cuando digo que ver crecer día tras día el contador me anima a seguir ideando nuevos posts que, al menos momentáneamente, os hagan sonreir. Con eso me conformo.
Pero no quiero ponerme sentimental, y prefiero que el discurso navideño lo dé alguien que tiene en esto más experiencia. Quizás algunos ya lo hayáis visto, porque tiene algo de tiempo, pero merece la pena recordarlo. Un pedazo de discurso como la copa de un pino que le da mil vueltas a los tradicionales speeches de SSMM the King de la noche del 24.
Que tengáis una muy Feliz Navidad con los vuestros, amigos. Nos vemos pronto, muy pronto.


Friday, December 14, 2007

Sesenta años de leyenda


Fue un 14 de diciembre, allá por 1947. Tal día como hoy, sesenta años atrás, se inauguraba el que sería escenario de algunos de los momentos más memorables de la historia del mejor club del siglo XX. Su templo, su teatro de los sueños, la gran Catedral Blanca. Nacía el Santiago Bernabéu.

La trascendencia del Real Madrid es indivisible del marco incomparable que desde entonces acogería muchas de sus proezas. Irrepetibles remontadas, finales para el recuerdo, goles imposibles, y sobretodo, emociones. Los que desde aquel Os Belenenses-Real Madrid han llenado noche tras noche, tarde tras tarde, el por entonces conocido como Nuevo Chamartín lo saben bien. Sus gradas han hervido con miles de gargantas cantando en un solo grito las hazañas de su equipo. Miles de almas han contagiado a la suya durante sesenta años, y lo han convertido en un mito, en un escenario mágico que impresiona sólo de nombrarlo. Incluso vacío, el Bernabéu impone: su silencio es como el sueño de una bestia que descansa en espera de un nuevo enfrentamiento, como un susurro quedo en medio de un universo que nunca cesa, como si el eco silencioso de su historia nos observase desde las alturas...

Don Santiagio Bernabéu lo hizo posible. En 1944 el Gran Hombre Blanco adquirió por dos millones de pesetas los terrenos donde hoy se erige la enorme mole madridista. Como en tantos otros asuntos, el presidente Bernabéu fue todo un visionario. Suyo es también el mérito de la creación de la máxima competición europea a nivel de clubes, y gracias a su enorme capacidad de anticipación supo adivinar cuál sería la importancia futura de una vía, la Castellana, que por aquel entonces era sólo una Cañada Real al este de la cual se extendían poco habitadas zonas silvestres. Hoy el paseo de la Castellana es una de las arterias principales de la capital, si no la más importantes, que a su paso por la zona de Chamberí dirección Cuzco sorprende al despistado visitante con una de las estampas más imponentes de cuantas ofrece la Villa y Corte matritense. Allí se levanta el estadio Bernabéu, orgulloso, impasible, tan entroncado con el pasado de la ciudad, y a la vez tan modernamente urbano, casi como un edificio de oficinas que aspirase a ser considerado monumento. Si tal cosa fuera posible.

Dar a luz semejante obra tuvo un coste de 37 millones de pesetas de la época. Una nimiedad visto desde el presente que sin embargo supuso un colosal esfuerzo para las arcas blancas, recompensado eso sí a todas luces,con los éxitos que tal marco acogería de forma ininterrumpida desde aquel día. Sucesivas remodelaciones y ampliaciones convertirían aquel primer estadio en la magnífica obra que hoy conocemos, que en su momento cumbre en cuanto a capacidad (desde 1954 hasta la incorporación definitiva de asientos en todas las zonas del campo a mediados de los noventa) llegaría a albergar a 125.000 gargantas ansiosas de triunfo.

Hoy, sesenta años después de aquel primer encuentro, el Bernabéu continúa tan espléndido como siempre. La UEFA lo acaba de incorporar a su lista de estadios 5 estrellas, con lo que a buen seguro pronto veremos una final de Copa de Europa -así es como siempre debió llamarse- en su escenario, y la afición blanca sigue acudiendo en masa cada domingo a sus gradas para presenciar uno de los espectáculos más impresionantes que pueden hoy verse en el mundo del fútbol. Ni siquiera hablo del Real Madrid, no. Hablo de escuchar gritar al Santiago Bernabeú, de sentir cómo tiemblan sus entrañas cuando el enfervorecido público jalea las acciones de los jugadores, o de cómo, al acabar el encuentro, la bestia vuelve a dormirse, tan rápidamente como despertó, en espera de alguna otra batalla. De alguna otra noche para la leyenda. Su leyenda.

Monday, December 10, 2007

¡Ba-boom!

Ya la había visto en el metro, de reojo por la mañana temprano, al lado de alguna abuela inquisidora, o a quemarropa en la madrugada del sábado, babeando y maldiciéndome por volver a casa solo. Y he pensado que tal vez os gustaría verla a vosotros también.
Sí, es la pringaílla aquélla de OT, ésa que expulsaron la primera y que presentaba el Megatrix con un notas que, fijo, tardaba más minutos de lo esperado en salir de la piscina después de grabar con ella. Yo igual ni habría salido...
El caso es que la moza, más allá de lo que pueda valer músicalmente hablando (nada, seamos sinceros), está como un tren. Qué coño, como toda la flota de Renfe junta: Altarias, Talgos, Aves y cercanías morralleros Elche-Alicante-Murcia... Ya, ya sé que las hay mejores; pero también infinitamente peores, y la chica tiene un nosequé que qué sé yo. Lo que vendríamos llamando morbazo, vamos.
La ropa, por llamarla de alguna forma, que la separa mínimamente del desnudo (muy mínimamente) es defintiva, especialmente el bañadorcillo blanco que permite a los sordos entender a la muchacha (y eso, sin abrir la boca, tiene mérito, mucho mérito). Y como la nena pone caritas así en plan malota, pues nos entran ganas a nosotros de ser malos también. ¿Cuál es el modelito que más os mola a vosotros? Fijaos bien en el vídeo y contádmelo, amiguetes. Eso sí, procurad no mancharme el blog, please...
¡Lleig! ¡Molt lleig!

Wednesday, December 05, 2007

Happy Birthday...¡Snikt!


Es el mejor en lo que hace. Logan, Emilio Garra, Arma-X, Parche, Muerte, Mutado 9601, Jim Logan, Arma Diez, Experimento X, Arma Chi, Canadá, Agente Diez...James Howlett. Lobezno.
No es casualidad que lo eligieras, chico. Nos hacemos viejos, y como al bueno de James, de Logan, el corazón se nos va endureciendo. Nos refugiamos en nuestra mutación (que cada uno elija la suya), y buscamos a nuestros semejantes: parias de un mundo demasiado perfecto que margina a los que son diferentes. Nosotros los somos, gracias a Dios.
Nuestras garras también salieron a la luz por primera vez tras un trauma infantil del que nos sobrepusimos a duras penas. La noche de los tiempos lo nubla poco a poco, pero nuestro Thomas Logan particular sigue de cuando en cuando acabando con nuestro padre ante nuestra atónita mirada para recordarnos que debemos mantenernos siempre firmes.
También nosotros huimos de Perro...a nuestro modo. Hubo una Madripur, y un encuentro con el Capitán América (uno de tantos, vacíos vengadores), que para nuestra desgracia fue enemigo en vez de aliado. En algún punto del tiempo decidimos formar parte de un proyecto con el que dar un giro definitivo a nuestras vidas. Arma-X nos cambió para siempre, en todos los sentidos: el bueno de Abraham B. Cornellius nos forró de Adamantium y nos hizo prácticamente inexpugnables (era necesario para subsistir en este mundo de locos), pero a cambio nos devolvió a un estado primitivo, casi salvaje, en el que los sentimientos y la razón ya poco importaban. Y también hubo una Escuela para Jóvenes Talentos en la que ingresamos en algún momento, hace ya. Luego todo fue más fácil. Unidos, la Patrulla, nuestra Patrulla, devolvió la estabilidad a nuestra mente y nuestro espíritu.
Quizás nuestro factor curativo ya no sea tan eficaz como era entonces, o puede que el Adamantium del que tanto dependemos amenace con desaparecer de vez en cuando (siempre habrá algún Magneto oteando desde Avalon)... pero mientras recordemos lo que somos, por quién lo somos, estaremos a salvo.
Pon el puño delante de la cara, baja la mirada y hazlo conmigo...¡snikt! ¡Eso es! Feliz cumpleaños, compañero.

Sunday, December 02, 2007

...pero rancio, rancio (2): Dur, dur d'être un bebé

Dice mi hermano Abraham que mi cabeza guarda polvorientos recuerdos musicales que cualquiera lucharía por desterrar para siempre de su memoria. Desagradables composiciones que por rancias, particularmente rancias e infectas, se han instalado para siempre en donde quiera que el cerebro acumule semejantes atrocidades contra el buen gusto. El Polichinela (a quien dedicaré, quizás, un post), nuestra amiga La Llama...o este "temazo" que hoy nos ocupa. No perdáis detalle...
El crío en cuestión, el amigo Jordy, es un gabachete de cuatro añitos que pretende ser gracioso. Ya sabéis, uno de esos productos efímeros como las setas que de cuando en cuando los jefes de marketing de las discográficas pretenden vender al gran público para mayor gloria de sus bolsillos. El caso de Jordy no es muy distinto al de otros, algunos españoles, en lo que se refiere a perdurabilidad o calidad musical. Su cénit se remonta a principios de los 90, impulsado aquí en España al menos en gran medida por el 1,2,3, y que yo sepa no se le conoce ningún otro tema (ya no hablemos de éxito) que no sea el bodrio que perpetra en este vídeo.
Todo en él merece un comentario crítico/jocoso, desde la propia pinta del guacho, que si fuera más blanco sería una figura de Lladró, hasta el montaje del clip, verdadero ejemplo de cómo hacer vomitar a una lamprea con planos horrendos en los que se potencia lo ya de por sí desagradable del tufillo borgoñón de desprenden los papis del nene. Qué asquito, oiga.
Luego está la canción, verdadero protagonista del asunto. Me he tomado la molestia de mirar la letra por ahí, con mi escaso francés, y no penséis que habla de temas trascendentales que puestos en la boca de un infante podrían, quizás, tocar los nobles hilos del alma del casual oyente. No. Más bien al contrario, la letra es tan pestilente como aparenta: me llamo Jordy, tengo cuatro años, soy pequeño, y bla bla bla... Vamos, que Yo y mi llama al lado es el Bohemian Rapsody de Queen. ¡Ah! Y los que tengáis el estómago necesario para aguantar hasta el final del vídeo, veréis recompensada vuestra valía con un parrafito de frasecillas del chiquillo sampleadas y montadas con "copia y pega" que rematan ya la obra de arte. Santo Dios. Obviamente, no esperéis entonación por parte del zagal, bastante tiene con repetir cual loro las chorradas que le han hecho aprender los padres. Hala, amigos, a escuchar al mocoso, que seguro estáis deseándolo a estas alturas. Lastimica me dan vuestros oídos...