Sunday, August 14, 2011

Marketing viral

A las puertas de la Jornada Mundial de la Juventud, y con Benedicto XVI aka "The Pope" a punto de pisar suelo patrio matritense, las manifestaciones a favor y en contra del evento se multiplican. Las calles de la capital están tomadas por una marea humana multicolor venida de todas partes del globo (aunque por alguna extraña razón mayoritariamente de Sudamérica, lo que me hace pensar que Hernán Cortés y su gente hicieron bien su labor evangelizadora), y multitud de pancartas y estandartes cuelgan del mobiliario urbano y los balcones de los edificios.
Sin embargo, no toda la publicidad que inunda las calles se manifiesta a favor del evento. A poco que uno preste atención, surgen aquí y allá curiosas muestras de anticlericalismo que se filtran discretas entre las mucho más numerosas pertenecientes al marketing católico oficial.
Hoy, mientras subía las escaleras mecánicas del metro, me topé con una de ellas, una pegatina colocada furtiva pero intencionadamente junto al pasamanos que aprovechaba una no muy antigua y polémica campaña antiabortista para criticar abiertamente a la Iglesia. La proclama se sirve de la misma estética y leit motiv que la campaña oficial, pero la adapta (no sin cierta "explicitud verbal") para transmitir su mensaje. Imagino que como yo, muchos habrán sido los viajeros del metro que al toparse con la pegatina de marras hayan arqueado las cejas entre asombrados y perplejos. Si después hubo una sonrisa o un ceño fruncido en señal de desaprobación, es ya cosa de cada cual y sus creencias... Yo de momento os dejo tanto el cartel oficial que tanto dio que hablar hace un tiempo, como su equivalente "pirata".
Riete tu de J.J. Abrams y su campaña viral con la felizmente olvidada Monstruoso...

1 comment:

Vadania said...

La única iglesia que ilumina es la que arde.