Nils Holgersson

Si hay algo que me define REALMENTE como freaky, son los dibujos animados, series de TV y demas material infantil del pleistoceno. Mi vida, en sus primeros años, transucurrió en gran parte sentado delante un televisor, asimilando horas y horas de material audiovisual que marcaron mi infancia, adolescencia, y ya desde el recuerdo, mis años adultos. Las melodías de aquellas tardes y sobremesas acuden vívidas a mi memoria cuando el tema sale a relucir, y hay pocas que se resistan o de las que no guarde en la memoria alguna imagen, fragmento de la letra o retazo del hilo argumental. Este es el principio, amigos: desde hoy, El corral de Piedra se enorgullece en presentar su nueva sección, "Aldea Freak", un mundo para nostálgicos teleadictos de la generación perdida en el que todas vuestras propuestas arquelógico-televisivas serán bien recibidas. Animaos, y dejad vuestros comentarios y encargos para que el tito Shonnie escarve en el pasado y encuentre aquello que anheláis.
Hoy, para empezar, he decidido rescatar del olvido la cabecera de una serie mítica en la que el joven Nils Holgersson era reducido de tamaño y se embarcaba en un viaje singular con un grupo de gansos. ¿La razón? Creo recordar que en su estado normal no era especialmente amigo de los animales, por lo que un hechizo le obligaba a vivir una temporadita con ellos, hasta poder dar con la solución a su problema. El último episodio es una joya sentimentaloide que el bueno del Raf grabó EN AUDIO CASETTE!!...otro friki de los buenos. Jejej. Disfrutad, amigos...