Sunday, April 22, 2007

Bélmez: La Pava, el Pelao, y la Sra. María.


En el 23 de agosto de 1971, en plenas fiestas de Bélmez de la Moraleda (provincia de Jaen), tuvo lugar uno de los hechos paranormales que más ríos de tinta han vertido en la historia del misterio.

Cuando María Gómez Cámara descubrió en el fogón de su cocina del número 5 de la calle del Real lo que parecía ser un rostro que, incipientemente, se asomaba entre toscos trazos sombríos sobre el cemento que recubría el suelo de la estancia, no daba crédito a sus ojos. Pronto los vecinos acudieron a su domicilio y corroboraron lo que María les había dicho. La voz se corrió como un relámpago y "La pava", aquel primer rostro que dio comienzo al fenómeno de las caras, ocupó de inmediato las primeras páginas de la prensa nacional de la época.

Los intentos de María y de otros miembros del concejo municipal por borrar aquella faz del suelo, limpiando e incluso picando el suelo para después echar sobre él una nueva capa de cemento, fueron totalmente inútiles. La Pava volvió a emerger a la superficie en un silencioso grito que proclamaba su firme intención de quedarse allí para siempre.

Tras aquella, llegarían otras famosas formaciones como el Pelao, y con ellas numerosas peregrinaciones de investigadores y curiosos que querían ver de primera mano lo que diarios como Pueblo o Jaen contaban en sus titulares. De entre todos aquellos expertos, el profesor Germán de Argumosa fue quien introdujo la investigación psicofónica en el lugar de los hechos. Para sorpresa general, los registros obtenidos fueron numerosísimos y de gran calidad. Las voces y quejidos que se plasmaron en aquellas cintas helaron en ocasiones la sangre de los que allí se encontraban. Alusiones a un pasado macabro del lugar (se dice que bajo el 5 de la calle del Real se situaba un antiguo cementerio romano), a acontecimientos de dudosa moralidad (en siglos anteriores aquella casa había albergado un lupanar) e incluso interpelaciones directas a la dueña del inmueble (la frase "Es un abuso" tras la pregunta por parte de la sra. María "Bueno, ¿y esto por qué me está ocurriendo a mi?" es ya un clásico de la investigación psicofónica), dieron aún más si cabe eco a aquellos increíbles fenómenos.

Hoy, más de 30 años después, el fenómeno continúa siendo una absoluta incógnita. Pese a los intentos de los más variados escépticos por demostrar la falsedad del mismo, ninguna de sus conclusiones se ha considerado válida. Ni el nitrato de plata, ni las emisiones telúricas del subsuelo jienense se mantienen frente a la consistencia del fenómeno, tantos años más tarde. Es más, la estancia se llegó a precintar en presencia de un notario durante un mes, para abrirse luego y descubrir nuevos rostros aparecidos en el suelo donde antes no había imagen alguna. Incluso la Pava, arrancada literalmente del suelo y colocada en una hornacina en la pared (donde hoy reposa) ha ido desplazándose lentamente en su limitado espacio a lo largo de los años, a tal punto que hoy una parte importante de la imagen está ya casi desaparecida dentro de su expositor.

Es precisamente el carácter vivo del fenómeno lo que lo hace especial. El hecho irrefutable de que, incluso después de la muerte de la Sra María (considerada por muchos causante inconsciente del misterio), las caras sigan multiplicándose por el suelo, ya no sólo de la cocina, sino de toda la casa.

Para muchos, las Caras de Bélmez, constituyen el fenómeno paranormal más importante de la historia, por su realidad física, estudiable, contundente y perdurable que hace del mismo un romántico enigma conectado con multitud de vertientes de lo paranormal de inagotable capacidad de sorpresa para todo el que decida acercarse a él. Las infinitas miradas fijas enmarcadas en rostros de trazos pueriles que pueblan el suelo se clavan en el subconsciente del visitante ocasional mientras resuena, otra vez, en el silencio de la casa, una de las frases recogidas en aquel lejano 1972 por el profesor de Argumosa sobre soporte magnetofónico. Una frase que es más una sentencia escalofriante, fiel reflejo de lo que durante años vivió de forma estoica, casi resignadamente, María Gómez Cámara en la soledad de aquella pequeña cocina del número 5 de la calle del Real... "El infierno empieza aquí".

Ya lo saben. Somos...Cuarto Saturnino.

2 comments:

DOC EMET BROWN said...

QUIZÁ ESAS CARAS APAREZCAN ALGUN DIA EN LA CASA DE TODOS ESOS PUTOS ESCÉPTICOS, PARA REGOCIJO DEL PERSONAL...JE,JE. DIOS SALVE A JIMENEZ DEL OSO Y A LA SEÑORA MARIA...

DOC EMET BROWN said...

QUIZÁ ALGUN DIA APAREZCAN ESAS CARAS EN LAS CASAS DE TODOS ESOS PUTOS ESCÉPTICOS, PARA REGOCIJO DEL PERSONAL...JEJE. DIOS SALVE A JIMENEZ DEL OSO Y A LA SEÑORA MARIA...