Wednesday, June 11, 2008

El día en que conocí a Kojima

Hideo Kojima, genio. Foto by Wildwood.

Llegó el gran día. Hoy, 12 de junio de 2008 se cierra uno de los episodios lúdicos de más trascendencia en la historia del sector del ocio electrónico. Metal Gear Solid 4 Guns of the Patriots aterriza al fin para echar el telón a la saga de la serpiente sólida, una epopeya sin igual que comenzó hace más de 20 años y que con esta cuarta entrega llega a su cénit en un episodio de derroche técnico y argumental sin precedentes.
Y tras de todo ello, un hombre: Hideo Kojima. La mente preclara del creador japonés es la responsable del éxito del mito, y en torno a su persona se ha creado una leyenda a la altura de grandes artistas del celuloide a los que el bueno de Hideo se permite el lujo de mirar a los ojos sin tan siquiera pestañear. Su nombre se asociará eternamente a la frase "obra maestra", y los que desde el primer Metal Gear Solid hemos seguido sus pasos no podremos más que agradecerle eternamente el regalo que, dividido en cutaro maravillosas entregas -excluyendo las dos primigenias en MSX-, ha legado al mun
do del videojuego para mayor gloria de éste.
Hace apenas diez meses este humilde servidor no podía imaginar que un día su camino y el de semejante mito se cruzarían. Hablar de Kojima era como hablar de Spielberg, pura abstracción inalcanzable. Pero hete aquí que Meristation apareció en escena. La revista online de videojuegos en castellano líder mundial supuso no sólo una oportunidad maravillosa de fusionar mis dos grandes pasiones -voz y videojuegos- vía locuciones para MeristationTV, sino una vía de acceso a la trastienda del mundo de la prensa especializada inmejorable, gracias a la cual entrar a formar parte de un selecto club que vive el videojuego de otra manera: haciendo del mismo su forma de vida.

Pues bien, el pasado 4 de junio, Konami España organizó una multitudinaria reunión de medios para presentar en sociedad la última entrega de la saga del tactical espionage action, a la que asistirían ni más ni menos que Kojima y su equipo en gira europea. Ellos serían los encargados de descubrir de primera mano a la prensa las principales cualidades de su criatura, y en ese cara a cara con el maestro no podía faltar Meristation. Y en su nombre, junto al "Big Boss" Nacho Ortiz y Javier de Pascual, un servidor. La cita se había concertado a las 16:00 en el Santiago Bernabéu, desde donde se nos trasladó al lugar del encuentro, un aeródromo al norte de la capital plagado para la ocasión de soldados, tanquetas y ametralladoras que hacían del paraje un lugar marcial idóneo para el evento que habría de tener lugar allí.
Tras unas primeras tomas para MeriTV y unas fotos para la web, se produjo el primer momento para el recuerdo: llegaba Kojima seguido de su séquito. La cosa iba en serio, y él estaba al fin allí, entre nosotros. Nos colocamos en nuestras sillas y esperamos su comparecencia pública. Tras de algunas imágenes del juego y la presentación en primicia del spot que acompañaría en televisión el lanzamiento del título -locutado por Ramón Langa-, se produjo su aparición. Kojima, Shinkawa y el resto del equipo hablaron de MGS4 y respondieron a las preguntas que el respetable tuvo oportunidad de hacerles en esos minutos de exposición pública. Aplausos, algunas indicaciones por parte de los responsables de Konami para las posteriores entrevistas de grupo...y llegó el gran momento.

El concurrido angar donde se llevó a cabo la presentación. Foto by Wildwood.

Un nutrido grupo de los allí presentes formamos cola pa
ra saludar en persona al genio nipón y llevarnos el recuerdo de su firma y la del resto del equipo. Éste que os habla acudió al evento con la carátula del MGS de PlayStation, que desde ya ocupará un lugar privilegiado dentro de mi colección. Cuando al fin llegó mi turno agradecí al maestro todos los buenos ratos que su obra nos ha hecho pasar, y aproveché para bromear aludiendo a la caja del MGS original de MSX que uno de los presentes había tenido la fortuna de llevar para que le firmase. Él sonrió, en cómplice guiño cómico, y me estrechó la mano en un momento que quedará para siempre en mi memoria.
Luego, ya más relajados, nos entregamos a las labores periodísticas que nos habían llevado hasta allí. Entrevistamos -servidor en labores gráficas y fílmicas- a Shinkawa y a Kojima en sendas conversaciones íntimas, distendidas, y muy cercanas. Mientras departíamos, la tarde cayendo en la campiña madrileña, las avionetas rugiendo en vuelos rasantes sobre el aeródromo, me resultaba increíble y a la vez muy real estar oyendo a un semi dios del píxel y la textura a escasos pasos de mi persona, hablar de una de las mayores obras de arte de este recién nacido siglo XXI, cual si de un colega de toda la vida se tratase. Kojima se mostró cercano y hasta resuelto a participar de bromas y guiños humorísticos, pero a la vez extremadamente tímido, como buen japonés y buen artista de culto. Aún así, su presencia destilaba grandiosidad, y eso no se explica con palabras.
El regreso a casa, cuatro horas después de la partida desde la fábrica de sueños blanca, fue como aquellos viajes de vuelta en las excursiones del lejanísimo colegio: un instante plácido irrepetible, un pestañear de júbilo por lo vivido, una hetérea consciencia de que algo así costará que se repita. Hablando con los geniales De Lúcar y Némesis -mitos vivientes de la prensa del sector- de tiempos pasado y seguramente mejores, los últimos minutos del día en que conocí a Kojima fueron sencillamente perfectos. El día en que conocí a Kojima... Suena increíble. Pero suena maravillosamente bien, maldita sea.

Entrevista a Shinkawa, diseñador de personajes. Ahí estoy, cámara en mano.

5 comments:

Perenzal said...

Por todos los demonios del infierno. La envidia me corroe. No puedo seguir escribiendo.

Anonymous said...

¡Qué grande eres, Johnny!

Wildwood said...

¿Sabéis lo único que me turba a mi ahora? Saber que no podré ver el MGS4 hasta finales de mes, cuando en mi casa ya babean con él desde hace horas. Y más aún no poder jugarlo hasta agosto probablemente, cuando coja vacaciones...

Vosotros que podéis, exprimidlo por mi, soldados.

Perenzal said...

Es como conocer a Dios y darle la mano (no es Morgan Freeman, no nos equivoquemos), es un japo de ojos rasgados y aspecto de geek.

A ver si nos vemos mañana!!

Wildwood said...

Pues hasta el ultimo finde de mes probablemente no pise el terruño de la Dama y les palmeres -che-, así que de vernos habrá de ser por acá, le muchach... ¿o es que tienes pensao visitar la capi? Si es así, pégame el toque neng.