Friday, April 24, 2009

El Gran Dictador

Hoy he recordado una escena legendaria en la historia del cine que descubrí para mi sorpresa explorando al enorme Chaplin hace unos años. Pensaba, iluso, que el bueno de Charles no era más que un cómico que se hizo famoso por andar de aquella manera suya, mover el mostacho como lo hacía y firmar películas mudas donde las caídas se alternaban con meriendas de zapatos. Craso error.

El gran dictador, para los que no la conozcan, es una cinta que demuestra justo todo lo contrario, que Chaplin era un hombre comprometido socialmente, una persona consciente de su poder mediático como cineasta que quiso usar su herramienta en pos de un ideal más humano que artístico. Y como manifestación explícita de esa intención, el discurso final: cuatro minutos de mirada impertérrita, gesto tan pétreo como sincero, inflexiones de verdadeo líder de masas que aquí sí suenan convincentes, y un mensaje claro que no deja indiferente. Las palabras de Chaplin -porque son suyas, no del personaje- son un grito al mundo desde el púlpito del celuloide que buscan provocar en el espectador ua reacción frente a las injusticias y la tiranía. Unas palabras, al cabo, que en mi opinión deberían mostrarse cada día en horario de máxima audiencia para que a nadie se le olvide lo que de verdad es importante y lo que no.

Yo hoy pongo mi granito de arena y os las traigo al Corral para que también vosotros os hagáis eco de ellas.


2 comments:

Vadania said...

Amén.

SirApple said...

Nunca agradeceré lo suficiente a mis profesores cuando me mostraron lo que era el cine de verdad con esta "El Gran Dictador" y con "Senderos de Gloria" (hecha por ti además). Lo único que no me gusta de Chaplin es lo encantadísimo que está de conocerse, hasta el punto de ponerse por encima de su mensaje.