Tuesday, October 02, 2007

Un apunte de madrugada

Supongo que momentos como éste debería guardarlos para mi. Para mi y los míos. Pero ocurre que todos vosotros, los que estáis ahí, al otro lado, sois los míos. Por eso quiero compartirlo haciéndoos partícipes de lo que siento, susurrándoos a altas horas de la noche lo que en estas cuatro paredes me ronda por la cabeza. Y por el corazón.
Hace casi 48 horas que Wanda no está con nosotros. Aunque lo cierto es que, como pasa siempre con las cosas buenas, algo queda impreso en el aire y nunca terminan de irse del todo. Los últimos meses no habían sido todo lo buenos que deberían, y el día a día se hacía incierto y difícil. Al final, te conformabas con que lo peor no llegase, y eso, amigos, no debería ser nunca suficiente. La espada de Damocles revoloteaba sobre orejas, cesta y collar, creando un ambiente de incomodidad que tras de unos meses se había hecho insostenible.
Ahora, escribiendo esto que tantas veces me he repetido en estas últimas horas, me pregunto si no será sólo un consuelo fútil. Ya sé que la calidad de vida, y más hablando de un animal, debería guiar siempre decisiones así, pero no puedo evitar pensar que la situación no era tan dramática. Lo jodido es que sí lo era. Por eso, por pura generosidad opuesta al egoísmo que supondría haber querido mantenerla con nosotros un tiempo más, aún a expensas de hacerla sufrir, lo que ha ocurrido tiene el valor que tiene. El de lo necesario.
Pero una cosa no quita la otra, y no puedo evitar sentir otro pequeño vacío en mi, justo donde duele lo que se va y donde se siente lo que se quiere. Estar lejos me ha evitado pasar por momentos que nadie desearía, para mi desgracia (lo creo firmemente) en más de una ocasión. Pero esta distancia hoy me hace pensar más que nunca en lo mágico que resultan los vínculos emocionales, que vencen barreras físicas y continúan existiendo incluso cuando ya nos hemos ido. De casa, o del mundo. Qué más da.
Claro que, como dije al principio, hay cosas que nunca se van del todo. Y ella era una de esas cosas. Si me disculpáis, voy a ver si concilio el sueño...

No comments: