Thursday, January 03, 2008

Street Fighter IV in motion



Por fin tenemos disponibles las primeras imágenes en movimiento del que sin duda será, con permiso de MGS4, el reencuentro electrónico más esperado del recién estrenado 2008. Street Fighter 4, o lo que es lo mismo, el regreso de una de las sagas de mayor trascendencia y repercusión en la historia del videojuego.

Gustos y preferencias al margen, el icono por excelencia de los One vs. One -sí, hablo del SF2- supuso una revolución en el género y, en líneas generales, dentro de la industria que acabó forjando una leyenda a base de conversiones, megas y samples de mediana calidad. Luego vinieron los "comas", "zeros", "alphas" y demás variaciones del clásico que, sin desdeñar el espíritu de la obra padre, pervirtieron de algún modo su esencia en pos de unos beneficios que la licencia aseguraba incluso si dentro de la caja hubiese habido un CD Princo virgen...
Así las cosas, los señores de Capcom se precipitaron por la pendiente del exceso -como el Camino de los Héroes, pero más favorecido por las circunstancias- hasta perderse en un bosque de irreconocibles sucedáneos entre los que era cada vez más difícil atisbar el punto de partida, su simpleza y su magia -que en lo sencillo reside casi siempre el truco que no solemos ver.

El tercer capítulo -en sus dos versiones, Second Impact y Third Strike- llegó a los salones recreativos sin pena ni gloria. Aquellas aguas, las del exceso que decíamos, habían traído estos lodos, y para decepción del seguidor aférrimo en general, lo que debía haber sido un acontecimiento sin parangón a nivel arcade quedó en una mera anécdota. Eso sí, una anécdota de notable calidad, con magníficas animaciones, personajes enormes y decorados algo más impersonales que los del clásico aunque bien elaborados, que conformaban -especialmente en Third Strike- un título a la altura de las circunstancias. Si podéis, Xbox da la posibilidad de redescubrirlo en el recopilatorio Anniversary Collection, con una conversión 1:1 para nostálgicos y despistados que sigue manteniendo intactos los valores que deslumbraron a aquellos cuatro gatos -yo era uno, y mi hermano Javi otro- en los extintos salones recreativos.
Y por fin, tras tantos años imaginando lo que podría significar un nuevo episodio, Capcom se decidió a dar el paso. En el pasado Gamers' Day, del que ya dimos cuenta en el Corral no hace demasiado tiempo, los papás de Resident Evil y de Chiki Chiki Boys -entre otros, no se me solivianten- anunciaron la cuarta entrega de la saga del luchador callejero, con un trailer espectacular que hacía concebir grandes esperanzas en torno al regreso de Ryu, Ken y compañía. Luego, poco después, aparecieron las primeras capturas in-game del juego, y debo reconocer que nos quedamos más bien fríos: se había optado por una estética 3D a lo Tekken o VF, lo que ya de partida suponía una pequeña decepción para los enamorados de las 2D clásicas, pero además los gráficos apuntaban en una dirección más bien tosca, que se quedaban aparentemente a medio camino entre el dibujo y la textura hiper-realista de otros títulos del género. Si bien las imágenes sólo mostraban a los dos alumnos de Shen Long intercambiando golpes en un escenario a lo Chun-Li, y no había por tanto mucho de donde extraer conclusiones, la sensación general rezumaba poco optimismo, y en ningún caso emoción o expectativa, que era lo esperable tratándose como se trataba de un hito en la historia del sector lúdico.


Cúan equivocados estábamos, señores. Debo reconocer que nos precipitamos al extraer conclusiones, y todo aquello que creímos apreciar en las estáticas capturas ha resultado estar tan cerca de la realidad como lo está Batasuna de la Falange. Osea nada. El vídeo que ha comenzado a circular por la red es una bendición que nos redime y devuelve a la senda del sentido, en el que los viejos sueños de un nuevo Street Fighter a la altura de las circunstancias -a saber, gráficos next gen y espíritu 16 bits- cobran forma a todavía algunos meses vista del estreno definitivo. Vale que la calidad del streaming no es muy buena, y que sólo podemos disfrutar de un escenario, y de dos personajes, y de un combate sin barras de energía ni "Rounds one...fight!", pero ya podemos apreciar que Capcom ha vuelto a sorprendernos. Qué narices, Capcom ha vuelto. Directamente.

Aún queda por ver, evidentemente, qué será del juego en lo tocante a número de personajes y carisma de éstos, o en lo que se refiere a los escenarios, melodías y personalidad en general de un universo que si por algo destacó en su día fue precisamente por eso, por su carisma. Pero ya se nos hace la boca agua, porque si tan sólo unos segundos de vídeo roñoso han conseguido devolvernos la ilusión, todo un Street Fighter de nueva generación a 1080p -dios lo quiera así, que para algo ha llegado al Corral la nueva adquisición tecnológica de 40' FullHD- puede suponer casi 15 años después un acontecimiento como pocos dentro del mundo consolero.

Seguimos pensando, no obstante, que todo el buen hacer de estos años de experiencia para Capcom, y la tecnología que el presente brinda a los programadores podrían haber dado origen a una obra de arte 2D sin parangón, a la altura de las superproducciones dibujísticas de Dreamworks o Disney, que habrían devuelto al género de la lucha más clásica un protagonismo perdido en beneficio de las proliferantes confrontaciones tridimensionales que inundan los estantes de los comercios del sector. Pero eso son pajas mentales -muy placenteras por cierto-, y conviene no ser más talibán de lo necesario para poder disfrutar del que ya es, sin duda, uno de los dos títulos más esperados de este año recién nacido. Como decíamos, con permiso de Big Boss, claro. ¡Ah! Y del remake en HD del clásico entre clásicos...que tiene una pinta deliciosa. Pero de él ya hablaremos en su momento.


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